Carta a Juanfer Quintero

Carta a Juanfer Quintero

Aunque la estricta realidad diga que vas a estar a más de 18.000 kilómetros del Monumental, tengo que decirte que no te vas. El irse implica dejar un lugar vacío, pero lo que es eterno no se puede ir. Siempre va a estar. Y, Juanfer, vos lo sos.

Porque juegues o no, estés en China o en Marte, cada día en la vida de un hincha de River, el recuerdo de tu gol en Madrid aparece en su cabeza. Y de ahí no te podés ir, porque no hay distancia que pueda contra eso.

Ni siquiera es necesario recurrir a un video para tenerte presente. Ese gol tuyo aparece en la memoria de todos. Conocemos cada ángulo de ese gol, cada palabra de los distintos relatos. ¡Hasta en portugués vimos tu gol! Entonces, ¿a dónde vas? Puede que ahora en China disfruten tu zurda distinta, tus risas en los entrenamientos, pero tu presencia está en otro lugar y es en el Monumental, aunque un poquito en Madrid también.

Alguna vez Lito Costa Febre dijo en un relato sobre Ortega “Siempre fuiste mío”, y con vos me pasa la mismo. Recuerdo el momento en que llegaste a River, que para mí eras un perfecto desconocido. Culpa mía no conocerte. Pero, leí que habías jugado en el DIM y no dudé en preguntarle a un amigo colombiano hincha del “medallo”. “Parcero, este es un fenómeno”, me contestó. Y decidí confiar. Y debo admitir que cuando empecé a conocer tu zurda, me di cuenta que mi parcero no estaba equivocado. A partir de ahí siempre te “sentí mío”.

Pero no voy a pecar de egocéntrico y decir que “siempre fuiste mío”, porque sos de todos los hinchas de River. Porque tenés un lugar de privilegio del que nunca te vas a poder ir. Estás en la historia grande de River y hasta estás más presente en la memoria que muchos otros jugadores que vistieron la camiseta del más grande por más tiempo que vos. Pero, solo los tipos “tocados por la varita mágica” como vos, pueden con un solo zurdazo, quedar en la eternidad para siempre.

Claro, vamos a extrañar tu zurda, tus enganches, tus caños sorpresa en los entrenamientos, tus risas, tu actitud ganadora para decir en plena final de la copa “Nacho, vamos a jugar”, hablando con Ignacio Fernández. Porque ese “vamos a jugar” representa perfectamente el estilo de River, el que vos tenés de forma innata aunque no hayas nacido en el club.

Pero, por más que eso lo extrañemos, siempre vas a estar. Yo se que te están diciendo que te vas, que armás las valijas para ir a China. Pero te están engañando, Juanfer. No te vas a ningún lado porque no podés escapar de la eternidad. Porque, Panita, siempre nos quedará Madrid.