Esa sensación única de ir a la cancha por primera vez

Un momento único en la vida de todo hincha de River es cuando conoce el estadio Monumental para ver al equipo de sus amores por primera vez.

Editoriales 03/09/2020 Redacción Redacción
Monumental de River, el más lindo. La fiesta la pone el Millonario.

¿Te acordás? La primera vez que pisaste el Monumental. Quizás te llevó tu viejo o tu vieja, o por qué no tu abuelo o abuela. Tal vez fue algún tío o tía porque eras el rebelde de la familia que le tiraban otros colores. Seguro que te acordás, ¿para qué te lo voy a preguntar?

Ese cosquilleo previo en la panza de saber que por primera vez ibas a pisar el estadio Monumental. ¿Cómo será? ¿Es tan grande como se ve en la tele? ¿Es verdad que los aviones pasan tan cerca? ¿Es verdad que sin ver que los jugadores están saliendo a la cancha, lo podés presentir?

Ir caminando y ver una marea de gente todos de rojo y blanco y casi todos son mucho más altos que vos. Un poquito de adrenalina también sentís, no mientas. La gente camina y va cantando. ¡Cantando! ¿También afuera de la cancha se alienta?

¿TE ACORDÁS?

Controles. La gente se agolpa. Algunos se impacientan. Vos estás apretado ahí todo chiquito. Hasta que se escucha "mujeres y niños por la derecha". Y se te abre el camino. Pasás el control. ¿Por qué a mi no me cachean? ¿No tengo pinta de barra brava?

A medida que caminás por Quinteros, Alcorta o por donde sea que entres, el Monumental se empieza a presentar gigante e imponente. ¡Guau, esto era! Es más de lo que imaginás. Ahora si, el corazón palpita más fuerte. ¿Es amor o son nervios? Ya estás ahí.

Molinetes. Se traba. ¿Qué pasó? ¿No puedo entrar? Pero, se destraba y te encontrás de frente con unas escaleras. ¿Hasta donde llegan? Empezás a subir. Los escalones son interminables porque sos chiquito, aunque cuando seas grande si vas a una de las tribunas altas vas a entender que son interminables.

De repente aparece una luz. ¿Eso que veo es la tribuna? Ya está. El Monumental es una realidad y se presenta ante vos que mirás con los ojos grandes del asombro esas tribunas inmensas que se van llenando. No sé si es el tamaño del Monumental o el escuchar a la gente pero te sentís chiquito frente a ese escenario, que a la vez te hace sentir gigante. El pecho inflado, la cabeza bien arriba. Sos otro.

¿Te acordás, entonces? Tu primera vez en el Monumental es única e inigualable pero... no es irrepetible. Porque esas sensaciones te vuelven cada vez que vas a ver a River. Quizás ahora tomás una birra antes, en lugar de una chocolatada o gaseosa. Pero el corazón se acelera, te sentís chiquito y gigante a la vez, y sentís esa vibración interna única que te avisa que se viene River.

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