UN MILLONARIO

A 112 años de su nacimiento recordamos por qué Carlos Peucelle fue tan importante para el club de Núñez.

Efemérides 13/09/2020 Redacción Redacción
Carlos Peucelle

Para aquellos que aún desconocen la historia completa de River, vamos a presentarle a Carlos Desiderio Peucelle nacido un 13 de septiembre de 1908 en la ciudad de Buenos Aires y fallecido el 1º de abril de 1990 a los 81 años. Fue uno de los jugadores que el Más Grande compró por 10 mil pesos, en esa época, y por el cual se comenzó a decirle al club el “Millonario”.

Fue un futbolista que destiló mucho talento dentro de la cancha, al igual que también supo mostrar mucho profesionalismo a la hora de ponerse el saco de entrenador. Increíblementesu primer club fue Boca Juniors en el año 1924 cuando tenía apenas 16 años.

Una huelga producida en ese entonces, donde reclamaban el fútbol profesional, lo llevó a jugar simultáneamente en San Telmo y a Sportivo Barracas, donde estos dos equipos integraban distintas asociaciones. Además, formó parte de Nacional de Adrogué, Sportivo Buenos Aires y participó en dos encuentros amistosos para Estudiantes de La Plata e Independiente. En Sportivo Buenos Aires, llegó a jugar 107 cotejos durante los años 1927-1930 y ahí facturó 31 tantos.

A los 19 años ya era considerado “internacional” tal es así, que participó en el primer Mundial disputado en la historia, y fue el encargado de meter el primer gol en la final frente a Uruguay, en la que fue derrota 4-2. El equipo argentino que salió a la cancha en aquella oportunidad fue: Juan Botasso; José Della Torre, Fernando Paternoster; Juan Evaristo Monti, Pedro Arico Suárez; Carlos Peucelle, Francisco Varallo, Guillermo Stábile, Manuel “Nolo” Ferreyra y Mario Evaristo. En la Selección Nacional disputó 29 partidos y convirtió 14 goles.

El destino lo llevó a jugar con la banda roja entre 1931 y 1941. Con tan solo 22 años se convirtió, en esa época, en la figura estelar del club como puntero derecho. Además de destacó por ser un jugador de varias posiciones dentro de la cancha. Debemos mencionar que para esos tiempos, no existía en el diccionario futbolero la palabra “polifuncional”, pero sin dudas todos lo recuerdan por ser el primero en cumplir varias funciones dentro del terreno de juego.

Con el tiempo, lo bautizaron “Barullo” y se debió a su manera de jugar, desordenaba a los rivales y aparecía casi sorpresivamente por cualquier parte de la cancha cuando atacaba. Sus movimientos eran indescifrables, era todo un estratega, iniciaba su jugada pegado a la línea de cal, retrocedía, cambiaba de bando, se movía con total inteligencia y tenía una técnica asombrosa.

Su verdadero puesto era delantero por derecha, pero su capacidad intelectual para saber leer las situaciones que se presentaban en los duelos y su enorme sacrificio realizado en colaboración con sus compañeros y equipo, lo llevaban a estar en un estado de movilidad permanente.

Por otro lado, cuando notaba que las cosas no le salían dentro del campo de juego y su equipo no la pasaba bien, era capaz de hacer un feroz retroceso al mediocampo e incluso hasta para terminar en defensa para volver a retomar el control del encuentro.

Sus virtudes parecían ser interminables, incluso llegaba constantemente al área en donde era muy efectivo. Marcó 113 goles en 320 partidos jugados en River, lo cual lo coloca como el noveno artillero en la historia de la institución Riverplatense.

Hay que mencionar, que dos de sus tantos se los marcó al Xeneize en 17 superclásicos del fútbol argentino: primero en el 1-1 de 1931, ese gol significó el primer grito glorioso frente a Boca en la era profesional del fútbol, y el segundo fue en 1936 en la victoria 3-2. Claramente tuvo aquí su etapa más productiva y reconocida por los hinchas ya que, obtuvo cinco títulos con la casaca millonaria los campeonatos de 1932, 1936, 1937 y 1941 y la Copa de Oro de 1936.

Una vez terminada su etapa como jugador en River, llegó la retirada definitiva de las canchas, pero claro, sólo la finalizó desde el lado de adentro. A partir de 1942 empezó a trabajar incansablemente en las divisiones inferiores del club y lo hizo hasta 1949.

En el medio de todo esto, se presentó uno de los mejores equipos de la historia de River, por no decir el más relevante en su larga y rica historia: “La Máquina” esa delantera conformada con Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau. Peucelle estuvo al mando de la primera del club en 1945 y 1946.

Un día como hoy de 1942 nació La Máquina de River

En esa década del 40, tomó a “Los Caballeros de la Angustia” de ese frente de ataque inolvidable en todo su esplendor. Con esa calidad de jugadores y de jerarquía, tal vez se hacía difícil aconsejarlos o decirles qué hacer dentro de la cancha, sin embargo, el único retoque que le realizó a esos locos del gol fue, pasar a Loustau como wing izquierdo y tirar a Pedernera al medio del ataque para que funcione como el eje de los cinco.

Peucelle fue un instructor completo, un auténtico orientador, descubridor de jugadores, en la historia del fútbol en River. En una entrevista que le realizó el periodista Dante Panzeri en 1969, confesó que el apodo “La Máquina” había sido inventado por Doña Rosa mamá de Pedernera.

Peucelle fue inteligente, detallista y fue uno de los primeros elaboradores de estrategias en el ámbito local. Además, su sabiduría, ideas, conceptos y enseñanzas quedarán grabados en reportajes y libros además de quedar guardados en la historia de River Plate.

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