La autobiografía del Pato Fillol: un héroe del arco

En su libro el portero describe sus orígenes, y repasa los grandes hitos de su carrera deportiva. Un libro imperdible sobre una gloria del fútbol mundial.

River para leer 22/09/2020 Redacción Redacción
Portada de El Pato, Mi Autobiografía, de Ubado Matildo Fillol, Editorial Planeta

El género de las biografías deportivas, muy de moda por estos tiempos, no podía estar completo sin una buena edición dedicada al gran Ubaldo Matildo Fillol. El arquero tuvo una sensacional carrera que tuvo sus picos de rendimiento más altos nada más y nada menos que en el Más Grande y en la Selección Nacional, en donde se consagró campeón mundial en 1978. El Pato vistió además las camisetas de Quilmes, Racing, Argentinos, Flamengo, Atlético Madrid y Vélez, club en el que se retiró con una actuación soberbia precisamente frente a River. El Pato fue y será un ídolo extraordinario, un símbolo de todo el fútbol argentino cuya figura traspasa cualquier camiseta o fanatismo.

La autobiografía del Pato arranca con una historia muy poco conocida, que pinta con crudeza toda una época de la historia argentina y muestra la honestidad intelectual del ídolo para revivir un momento muy oscuro y terrible. Recién consagrado campeón del mundo y elegido como una de las figuras del torneo, a mediados de 1978 Fillol comienza a renegociar la renovación del contrato con River. Exige una mejora pero las negociaciones se estancan. El Almirante Lacoste, hombre fuerte de la dictadura, lo cita y lo amenaza de muerte si no renovaba en forma rápida. Incluso su padre recibió una paliza a modo de advertencia. Después de tantos años el Pato puede contarlo, en esos momentos se imponía el miedo y el silencio.

El Pato Fillol nació en Monte, provincia de Buenos Aires, un pueblo en donde desde muy chico comenzó a jugar al fútbol, siempre en el arco. Todavía muy chico debuta en Quilmes y en su primer partido recibe nada más y nada menos que seis goles: nadie podría imaginarse el futuro que le esperaba. Con el tiempo se asentaría y lograría grandes actuaciones. Llegaría la contratación en un grande, Racing, en donde seguía creciendo como jugador, cada vez más firme en el puesto y figura de la cancha. Al poco tiempo llega como técnico de Racing el gran Ángel Labruna, que lo confirma como titular y lo convence de firmar para River, que ya lo buscaba para reforzar el plantel. Usted no sabe lo que es River, hágame caso, váyase”, le advierte Angelito, como si intuyera lo que les esperaba más adelante a los dos en el Más Grande.

El paso por River fue, sin dudas, el momento más brillante de la carrera de Fillol. En el Más Grande, bajo la dirección técnica del mítico Ángel Labruna, que había vuelto al club para cortar con una interminable racha de 18 años sin títulos, lograría actuaciones sensacionales que le otorgaron una imagen de arquero imbatible. Don Ángel armó sabiamente un equipo balanceado entre las jóvenes promesas del club y algunos veteranos de gran calidad. En 1975, tras un larguísimo y estresante campeonato, River se consagraba campeón, rompiendo récords de recaudaciones en un fenómeno sin precedentes en el fútbol argentino. Fillol sería una figura determinante de ese equipo. A partir de ahí comenzaría una era de oro para el Más Grande. Los campeonatos se acumularían uno tras otro.

Al gran Pato Fillol lo esperaba la Selección Nacional. De entrada no la tuvo fácil, Menotti prefirió a Hugo Gatti hasta fines del 77, pera las grandes actuaciones del arquero de River convirtieron a su convocatoria en un clamor popular. Su actuación determinante en el Mundial 78 lo transformaron en una figura del fútbol mundial. Si se repasan las atajadas claves de ese campeonato no quedan muchas dudas: Fillol era el mejor arquero del mundo. Basta ver un resumen de la final frente a Holanda en donde el Pato tuvo una actuación determinante. Su atajada ante Rep (inolvidable, magnífica, única) es considerada por la FIFA como una de las más grandes de la historia de los mundiales.

La carrera del Pato continuaría de manera brillante en River acumulando campeonatos y reconocimiento. Más tarde dejaría el club para una aventura europea en el Atlético Madrid y otra en Brasil, en el mítico Flamengo, en donde jugó con Zico, entre otros. Volvería al fútbol argentino para jugar en Racing, en donde salió campeón. Tuvo un paso por Argentinos Juniors, otra vez con Labruna, ya fuera de River. Hasta el último minuto de su carrera extraordinaria, el Pato Fillol fue siempre figura, siempre líder, siempre dando lo máximo, siempre vigente, siempre héroe del arco, siempre profesional. ¿Es el gran Ubaldo Matildo Fillol el mejor arquero de la historia del fútbol argentino? Sobre el final de esta estupenda autobiografía, el escritor Eduardo Sacheri va más allá y escribe unas líneas tituladas “El mejor arquero de la historia del fútbol”.

Fillol y su mítico buzo verde número 5 con el que jugaba en la selección nacional, muchos años antes de las redes sociales y del marketing masivo, fue y es para toda una generación un héroe del fútbol inmortal. Todos los chicos de esos años queríamos ser el Pato, así como en los últimos años todos los chicos soñaron con ser Barovero o Armani. Pero Fillol seguirá siendo por siempre nuestro héroe deportivo; después de leer esta sentida autobiografía también será un héroe de la vida. Salud y honor eternos al gran Pato Fillol, el arquero imbatible que todos queríamos ser.

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