LA GLORIA ETERNA SIEMPRE SERÁ NUESTRA

A dos años del recuerdo de la final de Madrid. La inmensa alegría que nos genera la consagración hasta el día de hoy.

La Copa Libertadores obtenida en el 2018 siempre nos va quedar en nuestras retinas como la Gloria Eterna, este refrán no solo nos remite a la final ganada a nuestro clásico rival, sino también a los duros obstáculos que pasamos entre medio. Jugar frente a equipos argentinos en copas siempre había sido difícil, y esta vez, tocaba contra Racing en octavos de final, un equipo joven y con un ataque muy punzante, fue una tarea durísima que nos preparaba para lo que venía. Que era cruzar de vereda en Avellaneda y enfrentar a Independiente, campeón de la Copa Sudamericana el año anterior, y que venía con hambre de Copa Libertadores.

El camino no solo se estaba poniendo más complicado sino que también, en el otro lado de las llaves, Boca seguía avanzando y lo hacía con muy buenos rendimientos. Ya en semis, nos tocaba uno de los dos "cucos" brasileños, Gremio, campeón de la Libertadores en 2017 y que además definía la serie en Porto Alegre. El equipo de Gallardo tenía todo en contra, y no solo eso, sino que en la ida el equipo brasileñol ganó 1-0 en el Monumental. En ese contexto, River fue al Arena do Gremio a buscar el pase a la final.

A consideración personal, el partido más sufrido que he vivido, ni siquiera en el siguiente la pasé tan mal. El gol tempranero del rival me devastó, y con el paso del tiempo, mis esperanzas de a poco fueron disminuyendo, hacía mucho que el equipo de Gallardo no me mostraba una luz al final del túnel. Hasta que, con mas garra e insistencia que juego, Borré lo empató faltando 8'. Y ya con una lluvia bendita en nuestras cabezas, llegó el penal que nadie se esperaba ni reclamó, y ahí el Pity no dudó y con toda su locura nos llevó a esperar por Boca o Palmeiras en la final.

Una vez ya confirmado que el rival en la final sería Boca, el país y el mundo se paralizó. Algo inédito iba a ocurrir, una final de Libertadores se definía con el mejor clásico de todos. Mucha gente llegó a tener miedo por todo lo que se podría llegar a generar en el país. La primera final en cancha de Boca, fue rara, con un gol sacando del medio, con un gusto lindo a empate después de la última pelota que Armani le saca a Benedetto y en especial porque que se iba a definir con todo el peso de nuestra gente, la riverplatense.

Hasta que el repudiable acto de violencia apareció. Fue por parte de un barra brava que lanzó una piedra a los vidrios del micro del equipo de Barros Schelotto a cuadras del Monumental. Final suspendida y nos mudamos a Europa. Desolación absoluta en todos nosotros, nos sacaban de nuestro lugar, y les daban la posibilidad a los hinchas contrarios de poder estar, algo injusto. El final lo conocemos todos.

Para terminar, creo que esa Copa es como el vino, con los años se va a poner mejor. Con el tiempo nos vamos a dar cuenta de lo que conseguimos, y ese sentimiento es inimaginable para el resto del mundo, porque solo lo conocemos los hinchas de River. En la vida, cuando se vive en un momento de locura es mejor parar un poco para poder pensar, cuando termine esta locura que seguimos viviendo, que se llama "Era Gallardo", vamos a detenernos con un poco más de calma y vamos a darnos cuenta lo lindo que hemos vivido, y que va a ser para toda la vida!