La leyenda de Enzo en River

Se cumplen 23 años del retiro de Enzo Francescoli del fútbol profesional.

Francescoli es sinónimo de fútbol en la historia de River Plate, hace algún tiempo atrás él había dicho: “El fútbol no me va a dejar a mí”, y así fue como dejó al fútbol lleno de historias, de magia y recuerdos imborrables.

Hoy hace 23 años, exactamente, anunciaba su retiro el “Príncipe” Enzo Francescoli, el gran ídolo y representante de La Banda que, con su elegancia, esa que muy pocos tenían, le dio muchísimas alegrías a los hinchas Millonarios.

Enzo comenzó su carrera profesional en el año 1978 jugando para Montevideo Wanderers, un equipo de Uruguay. En 1980 debutó oficialmente en la primera y contribuyó con el equipo "bohemio" a un récord en mejor resultados nacionales desde 1931 cuando había sido campeón.

Con el paso del tiempo, se ganó el apodo del “Príncipe” en el equipo charrúa debido a la elegancia y sofisticación que mostraba en cada jugada que intervenía en los partidos. Los resultados que obtenía en el torneo doméstico hicieron que se llenara de elogios y comparaciones con el gran Juan Alberto Schiaffino, exquisito volante de creación y autor de uno de los dos goles del "Maracanazo".

En 1983, luego de su paso por el equipo uruguayo donde marcó 20 goles en 74 partidos, fue transferido a River Plate, de Argentina. Sus comienzos en el equipo Millonario no fueron muy alentadores, de hecho, algún que otro hincha lo reprobaba por aquella época. Al año siguiente, y con la llegada de Héctor Veira, como técnico, el uruguayo empezó a mostrar su mejor versión coronándolo como el goleador del Torneo Metropolitano 1984.

Sin embargo, lo mejor estaba por venir y para la temporada 85/86, obtuvo su primer título con River que fue el campeonato argentino, y además se convirtió en el goleador del equipo y del torneo con 25 anotaciones en 38 fechas.

Luego del mundial de México de 1986 fue vendido a Racing Club de París. Para ese tiempo Francescoli dejaba La Banda con 68 goles marcados en 113 partidos. Sin embargo, lo que más le había dolido al "Principe" de su partida era la espina de no poder disputar la Copa Libertadores. Pero, lo que él no sabía, era que el tiempo le daría su revancha más adelante.

Durante su paso por el equipo parisino, donde actuó durante 3 temporadas, marcó 32 goles en 89 partidos disputados. Aún así, no logró demostrar el nivel que tuvo en el Millonario. Luego de su estadía en el Racing de Paris, fue transferido al Olympique de Marsella, donde jugó 28 encuentros y marcó 11 goles.

Luego de su paso por Francia, jugó en Italia donde podemos catalogar que fue el rendimiento más bajo que tuvo como jugador profesional. Pasó en 1990 a jugar al Cagliari, donde permaneció por 3 temporadas y marcó tan solo 17 goles en 98 partidos. Tras su paso por el equipo italiano, jugó en el Torino donde marcó 3 goles en 24 partidos.

En 1994 tomó la decisión de volver River Plate, el club donde tuvo sus mejores alegrías y el mejor rendimiento futbolístico. En ese mismo año, ayudó al equipo a obtener el Torneo Apertura marcando 12 goles que lo consagrarían como el goleador. Además, en ese año participó de la Supercopa Sudamericana, pero lamentablemente River quedó eliminado en cuartos de final en ese torneo. El "Príncipe" solo pudo convertir 2 goles en 4 partidos.

Al año siguiente siguió con su racha goleadora y, aunque no pudo obtener ningún título, marcó 32 goles en 33 partidos. Sin embargo, en 1996 cumpliría el sueño que tuvo antes de marcharse a Francia, y disputó la Copa Libertadores de América. El equipo que dirigía Ramón Díaz mostró un fútbol de alto vuelo y se proclamó, por segunda vez, Campeón de la Libertadores.

Enzo hizo realidad aquello que tanto anhelaba y era ser mejor de América. Para colmo, conseguida al mismo tiempo el tricampeonato en el torneo local, el primero en su cuenta personal y uno más para la historia millonaria: Apertura 96, Clausura 97 y Apertura 97.

En aquellos dos años, "Inmenzo" marcó 43 goles en 68 partidos. Todos estos goles, gestos y demás hechos lo convierten a Enzo Francescoli Uriarte como uno de los máximos ídolos de la historia del Club Atlético River Plate.

Gracias Enzo, tu gloria y magia será eterna.