Reemplazar a Borré, un nuevo desafío para Gallardo

La salida del goleador colombiano implica otro reto para el Muñeco, quien deberá hallar la mejor solución posible a corto plazo mientras River busca avanzar en la Libertadores.

No será fácil reemplazar a Borré. A lo largo de estos años, Gallardo siempre priorizó la apuesta de mantener una base estable en el plantel, con cambios graduales. Sin ir más lejos, en cada mercado de pases su objetivo central fue retener a los distintos futbolistas que conforman la estructura del equipo. En ese contexto, el adiós de Rafa -libre a Eintracht Frankfurt, otro error más a nivel dirigencial- representa una dificultad a corto plazo porque estaba completamente asentado tanto en el funcionamiento colectivo e individual como en materia de goles.

Si bien es cierto que Borré no siempre era eficaz a la hora de sacarle el mayor provecho posible a las situaciones cerca del arco de enfrente, los números reflejan que es el máximo artillero del ciclo Gallardo con 55 goles en 149 presentaciones oficiales. Independientemente de la falencia mencionada en materia de contundencia, el colombiano ostenta el récord de haber marcado un tanto en cada fase de la Copa Libertadores desde que llegó en agosto de 2017, una auténtica muestra de carácter y personalidad, rasgos distintivos que el Muñeco valora muchísimo.

Ante ese escenario, da la sensación de que a Gallardo no le resultará sencillo encontrarle rápidamente un sustituto a Borré más allá de haber incorporado a un delantero de excelente temporada como Braian Romero, acaso la mejor opción que podía ofrecer el ámbito local en la famosa relación precio-calidad. Ojo, sería un error pedirle a Romero que sí o sí brinde respuestas rápidas, sabiendo que ni siquiera el propio Rafa encontró su lugar de manera inmediata. Si al igual que ocurrió hace seis años con Alario consigue meterse de lleno, bienvenido, pero hay que entender que a River los rivales no le conceden espacios como a otros equipos y eso implica un desafío extra para cualquier refuerzo.

Además de Braian Romero, mediocampista por derecha en sus comienzos con Acassuso, es inevitable pensar en la tentación del temible registro que tiene Federico Girotti: un gol cada 89 minutos. Sin embargo, todavía no logró adaptarse al circuito de juego, al menos de la manera que quiere Gallardo. Otra alternativa que amerita evaluación para actuar como un 9 definido es Agustín Fontana, autor de un gol en cada uno de los tres amistosos informales durante la pretemporada en Orlando, pero con la pólvora seca al cabo de nueve encuentros por los puntos con el manto sagrado. Aunque todavía tiene el crédito abierto, habida cuenta de los antecedentes de sobra a la hora de acoplarse a un equipo tan ambicioso, tendrá que comenzar a justificar poco a poco su llegada al Más Grande luego de haberle señalado dos de sus nueve tantos con la camiseta de Banfield.

¿Cuáles son los requisitos de Gallardo con un 9?

El DT pretende que su principal referencia ofensiva sea mucho más que un arma letal dentro del área. Exige que, tal como hacía Borré, presione cuando la defensa rival sale jugando y necesita que arrastre marcas, busque las diagonales para ofrecerles alternativas a sus compañeros, sea una opción de pase en todo momento y se mueva permanentemente tanto para hallar los espacios como para contribuir en la recuperación de la pelota. En síntesis, necesita que a través de la movilidad constante cada delantero sea insoportable para los adversarios, como si se tratara de Dibu Martínez en una definición por penales.

Una vez más, Gallardo tiene el desafío de reinventarse, de armar un equipo a la altura de sus exigencias. En este caso para suplir la partida de Borré, es decir el adiós de 55 goles, entre los que destacan los que anotó en las fases decisivas de la Libertadores 2018, 2019 y 2020. Romero, Girotti y Fontana tendrán que luchar al máximo día a día y entrenamiento tras entrenamiento para que el Muñeco se incline por al menos uno de ellos al conformar la fórmula de ataque.