Con la partida de Quintero, River pierde una carta irreemplazable

La salida del colombiano es un hecho: este domingo 1° de enero, el héroe de Madrid dejará de estar

Editoriales 31/12/2022 Germán Balcarce Germán Balcarce

La salida del colombiano es un hecho: este domingo 1° de enero, el héroe de Madrid dejará de estar vinculado al club. Aunque nunca logró consolidarse como titular en el segundo ciclo, la ausencia de su poder desequilibrante le quitará una variante clave al equipo.

El adiós es inexorable. Más allá de las idas y vueltas en torno a las negociaciones para comprarle el pase y firmar un contrato a pagar en dólares, las razones de la partida de Juan Fernando Quintero son diversas. Será el propio jugador quien deba hacerlas públicas si en algún momento sucede, pero de una forma u otra lo que realmente influye para los intereses de River es la enorme pérdida a nivel ofensivo porque se trata de una carta irreemplazable.

Por supuesto que la estadía de Juanfer no podía estar anclada eternamente en el golazo inolvidable de Madrid. Sería un error retenerlo únicamente por la nostalgia que representa ese zurdazo de valor incalculable. Es cierto que la segunda etapa del colombiano estuvo marcada por la irregularidad. Desde un comienzo que despertó entusiasmo, incluyendo una increíble definición para vencer a Newells en Rosario, hasta un nivel superlativo en el amistoso que River le ganó 4-3 a Colo Colo en Viña del Mar, pasando por actuaciones donde su rendimiento era una inevitable tentación a preguntarse si ameritaba hacer el esfuerzo de pagarle dos millones de dólares al Shenzhen por el 50 % del pase.

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Los detalles de la partida de Juanfer Quintero

Finalmente, Quintero logró desvincularse del equipo chino y contó con la posibilidad inmejorable de negociar directamente con la dirigencia de River. Era un atajo ideal para ambas partes porque a la institución le implicaba desembolsar una suma de dinero inferior al mismo tiempo que el mediocampista podía venderle su pase o, en su defecto, armar un combo (derechos económicos más sueldos y primas) que le permitiera ingresos elevados en el lugar donde mayor comodidad sintió en su sinuosa carrera como profesional.

Sin embargo, las ilusiones se derrumbaron como si se trataran de castillos de arena. No hubo forma de llegar a un acuerdo económico que resultara viable. Tampoco Quintero sintió que valía la pena extremar esfuerzos a la hora de resignar lo que fuera necesario en las negociaciones, sabiendo que a cambio iba a ser importante desde el rol que le tocara ganarse, tal como sucedía con Marcelo Gallardo.

El deseo de Demichelis y el misterio en las negociaciones

"Juanfer Quintero quiere estar, el club quiere que esté y yo quiero tenerlo. Están trabajando los dirigentes en la complejidad del caso que a mí me excede", expresó Martín Demichelis, el 12 de diciembre pasado, en conferencia de prensa. Amén de ese mensaje público, hasta el cierre de esta columna, no hubo una conversación entre el flamante DT y el enganche, cuyas vacaciones no tuvieron fecha de vencimiento luego de haber disputado un amistoso para la Selección de Colombia, el 20 de noviembre.

Como ya es habitual, la situación de Quintero estuvo envuelta en un halo de misterio. No estaba claro si había logrado la rescisión de su contrato con el Shenzhen. Tampoco cuáles eran los términos concretos, cifras al margen, de sus tratativas para continuar en River. Ni siquiera cuándo tenía que reincorporarse al plantel, tomando como parámetro que Paulo Díaz -lesionado, vale aclararlo-, el otro jugador que participó en la fecha FIFA de noviembre, estuvo presente desde el primer día de entrenamiento, el sábado 10 de diciembre. ¿Cuánto tiempo más de descanso necesitaba Juanfer?

Más allá de todos los interrogantes, el análisis futbolístico requiere de un párrafo aparte. Fue titular en 41 de los 97 partidos oficiales que jugó en River sumando ambas etapas. A excepción del primer trimestre de 2019, cuando exhibió un nivel espectacular hasta que sufrió una rotura de ligamento, nunca pudo asentarse entre los once. Aun así, sus condiciones técnicas son difíciles de hallar, y mucho menos sin la necesidad de tener que entablar tratativas con otro club para comprar un pase.

Dueño de una pegada privilegiada, autor intelectual de varios goles mediante las asistencias y responsable de firmar 19 tantos gracias a sus disparos, Quintero tiene un poder desequilibrante de jerarquía internacional. Capaz de resolver un partido complejo en un abrir y cerrar de ojos, River perderá una carta irreemplazable. Y lo peor de todo es que tal vez termine reforzando a Flamengo, el campeón defensor del título en la Copa Libertadores, ese trofeo tan anhelado que tuvo al número 10 como protagonista eterno por un zurdazo que los hinchas jamás olvidarán.

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