Éste es el famoso River

Bajo presión, pero con el apoyo de unos 86.000 hinchas, el equipo que dirige Martín Demichelis jugó

Editoriales 08/06/2023 Germán Balcarce Germán Balcarce

Bajo presión, pero con el apoyo de unos 86.000 hinchas, el equipo que dirige Martín Demichelis jugó el mejor partido del ciclo en el 2-0 sobre Fluminense, quedó a un paso de la clasificación a la Copa Libertadores, es líder con holgura en la Liga Profesional y mostró un rendimiento que invita a la ilusión. Las razones para alimentar el entusiasmo.

Desde las estadísticas no había demasiado para poner en discusión en este ciclo que tiene como técnico a Martín Demichelis, pero River necesitaba un triunfo como el de anoche. Necesitaba demostrarles a sus hinchas que era un equipo más parecido al del Superclásico que a la versión preocupante que exhibió como visitante en la Copa Libertadores. Por eso el 2-0 frente a Fluminense, más allá de la incertidumbre durante los últimos minutos, representa tanto un alivio pensando en la clasificación a los octavos de final como a la hora de analizar colectiva e individualmente el nivel de los jugadores. Ningún futbolista titular estuvo por debajo de los siete puntos en la victoria contra el conjunto brasileño, todos comprendieron que no había margen de errores.

Lejos de que la presión y el nerviosismo fuera un condicionante, sabiendo que ni siquiera un empate servía para la especulación, el equipo actuó como tal en todas sus líneas. Voraz para atacar, rápido para desprenderse de la pelota en la búsqueda de un jugador libre, agresivo para la marca, veloz para la presión e inteligente para ocupar los espacios, independientemente de algún desajuste eventual que es inevitable cuando se asumen riesgos, River jugó el mejor partido bajo la conducción de su actual DT. Podría haberle ganado por goleada al mismo rival que el 2 de mayo provocó un tsunami en términos futbolísticos. Lo pasó por arriba, no lo dejó pensar y, a excepción de algunos remates esporádicos, ni siquiera le permitió arrimarse con claridad al arco de Franco Armani.

El famoso River

Éste es el famoso River. El River que ilusiona a su gente. El que se hizo respetar dentro y fuera del país. El que desde hace casi nueve años logró hacerse temible en el plano internacional y que ahora, tras un comienzo turbulento en el grupo D, depende de sí mismo para meterse entre los 16 clubes que buscarán conquistar el continente. Ganó, gustó y tendría que haber goleado. Pero pese a no completar el último ítem del formulario, aprobó justo a tiempo el examen de carácter, con el mérito de hacerlo sin su capitán, Enzo Pérez, ni uno de sus intérpretes de mayor regularidad, Enzo Díaz.

El gran triunfo del River de Demichelis y un panorama alentador

La estrategia de Demichelis rozó la perfección para que River concrete un categórico triunfo. El plan fue ejecutado casi de forma brillante. De no haber sido por cierto grado de ineficacia, las manos del arquero Fábio y algunos cruces providenciales de los marcadores centrales brasileños, estaríamos hablando de una actuación memorable. Y semejante nivel tuvo alrededor de 86.000 testigos en un estadio Monumental acorde a la grandeza de River y de gala para un espectáculo copero.

Más allá del entusiasmo que despertó el 2-0 de anoche, River también avanza a paso firme en la Liga Profesional. Le lleva cinco puntos a Talleres, pero restan disputarse 65 minutos frente al peligroso Defensa y Justicia. Se acerca la recta final y hay suficientes razones para creer que la vuelta olímpica es muy probable. Ningún partido se gana de antemano, es verdad, aunque este equipo ostenta un 72 % de contundencia (54 unidades sobre 75 posibles en 2023 a nivel oficial). Pese a determinados momentos de irregularidad, sostiene una idea de juego en la que habitualmente es superior a sus rivales de turno. Le faltaba conseguir un triunfo así, contra un adversario de peso y sin lugar a la equivocación. Una suerte de duelo a todo o nada antes de acceder a la fase donde el paso en falso implica quedarse afuera.

Las piezas claves del Millonario

Y en ese contexto, es indispensable hacer nombres propios. Amén de que el equipo suele estar por encima de las individualidades, el funcionamiento está sujeto a la producción de sus protagonistas. Por eso hay que hacerle un reconocimiento a Lucas Beltrán, goleador de River en el año y vital para el circuito ofensivo. Esequiel Barco, de muy buen desempeño en el 2-0. Rodrigo Aliendro, un todocampista de lujo que marca, juega y hacer jugar. Leandro González Pirez, prácticamente impasable para los atacantes rivales, y Franco Armani, siempre firme en los encuentros decisivos.

River está de pie. Es el mejor en el ámbito doméstico y quedó a un triunfo de acceder a la siguiente instancia en la Libertadores. Como local, obtuvo la victoria en nueve de sus diez presentaciones de 2023. Todavía debe realizar ajustes. Necesita que el mercado de pases sea positivo para reforzar a un plantel con muchas variantes, pero que sufre con algunas bajas recurrentes por lesiones. Es prematuro hablar de una candidatura en la obsesión copera de siempre, aunque la realidad hoy marca que desde anoche creció la confianza en los jugadores y el cuerpo técnico. Si se tratara de una evaluación, la calificación sería de nueve o diez puntos. Éste es el famoso River.

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