Franco Alfonso, jugador de la Reserva Millonaria, ingresó en la segunda mitad del amistoso ante Monterrey y dejó buenas sensaciones de cara al futuro.

La promesa de la ideología Millonaria es, desde la creación del Club, la apuesta a las generaciones venideras. La Reserva del Más Grande cuenta siempre con pequeños jugadores que en cancha dejan rastros de lo que pueden llegar a ser. Y Martín Demichelis llegó a Núñez portando esa misma filosofía, dispuesto a continuar introduciendo en la cancha el potencial de las Divisiones Inferiores.

En nuevo entrenador Millonario convocó a cuatro juveniles para partir a la pretemporada en Estados Unidos con el plantel profesional. Y siguiendo de cerca el desempeño de cada uno, con el equipo que desea construir en mente, comenzó a darles minutos en los dos primeros amistosos de su ciclo.

Lo que dejó el ingreso de Alfonso ante Monterrey

Ayer por la noche, en el estadio Q2, en Austin, Texas, tuvo su segunda oportunidad de ruedo Franco Alfonso. Y, como era de esperarse para los que siguen su desarrollo en la Reserva y después de su participación a lo largo del encuentro ante Unión La Calera, no decepcionó. Entrando como variante a mediados de la segunda mitad del encuentro por Pablo Solari, Alfonso dejó ver destellos de buen fútbol.

Todas las alternativas terminaron por funcionar para Demichelis, empezando por Lucas Beltrán que se convirtió en el anotador del partido al minuto en cancha. Pero la presencia del jugador de Reserva generó no sólo grandes sensaciones sino una seguridad esencial de cara al futuro.

Fluidez y confianza, paredes, circulación de la pelota con soltura, gambetas, llegadas. Alfonso dejó en su ingreso ante Monterrey, no sólo la premonición de un jugador completo sino también el descubrimiento de una pieza que puede ser fundamental para la dinámica de un equipo todavía en busca de su identidad.