El ex futbolista millonario recordó su paso por el club en 2013, la pelea en Portugal por llegar a Núñez y elogió a Ramón y Emiliano Díaz, quienes dirigían al más grande en aquel entonces.

En el último tiempo por Núñez han pasado grandes jugadores que dejaron su sello no solo individual, sino coronándose con títulos importantes que se han logrado en el ciclo de Marcelo Gallardo. Sin embargo, otros no pudieron irse del club con la gloria, pero si cumplir su sueño de vestir el manto sagrado. Uno de estos casos es el de Juan Manuel Iturbe, quien llegó a River en 2013 y estuvo tan solo seis meses a préstamo.

Proveniente de Porto quien lo cedió, el delantero nacionalizado paraguayo ilusionó y mucho a los hinchas millonarios; más allá de solo haber podido jugar un semestre en Núñez, mostró un gran rendimiento. A mitad de 2013, el club portugués decidió enviarlo a préstamo al Hellas Verona de Italia, y allí finalizó su paso por River.

Iturbe y cómo fue su llegada a River

No fue fácil convencer al club europeo para llegar a la Argentina, pero el delantero hizo todo por cumplir su sueño: "Yo estaba en Porto y los dirigentes no querían que vuelva a Sudamérica pero cuando llegó el llamado de River yo quería ir a toda costa, me tuve que pelear con medio mundo en Portugal para que me dejaran", contó Iturbe en diálogo con Espn.

Qué significó jugar en el más grande

De la misma manera, expresó las sensaciones de vestir el manto sagrado: "Fue una de las mejores elecciones que tomé en mi carrera, jugar en River me dio todo, me abrió una vidriera muy grande porque tuve unos seis meses muy buenos. Estaban Ramón y su hijo y ellos ya me conocían y me ayudó mucho. Tuvimos un gran campeonato, pese a que lo haya ganado Newell’s. Me llevo muy buenas cosas y fue muy bueno para mí, jugar en River fue algo único y que todos desearían tener en su carrera", concluyó.

Los números de Iturbe en River

Durante su paso por el club, Juan Manuel Iturbe disputó 17 partidos en los que convirtió 3 goles y marcó 2 asistencias. No logró ser campeón en el más grande, pero con presente en Pumas de México y tan solo 28 años, la puerta está abierta para que algún día pueda regresar.