El juvenil de River contó el detrás de escena de su debut en La Bombonera, el sacrificio de su familia para que pueda ser futbolista y por qué es arquero.

La vida te puede cambiar en un segundo. Eso es algo que muchos experimentan, como es el caso de Alan Leonardo Díaz. Para él, fue para bien. Es que el (ya no) "arquerito", estaba tranquilo en su casa cuando de repente el teléfono sonó y su vida ya fue otra: "Yo estaba en mi casa y ese viernes me llamaron para que me hiciera el hisopado para ir al banco, pero después el sábado me volvieron a llamar para decirme que iba a atajar. Por suerte salió todo bien en lo personal, aunque no todo tan bien por el resultado final", contó en ESPN.

Lo cierto es que Leo Díaz a sus 21 años no había debutado aún ni siquiera en la reserva, porque el titular es Franco Petroli, pero de un momento a otro apareció en la primera de River, en La Bombonera, ante Boca y en un duelo mano a mano. Pavada de debut, pero el pibe cumplió con creces: fue la figura del partido y atajó un penal en la serie, aunque el Millonario quedó afuera. Y tanto le cambió la vida que esa actuación le valió la firma de su primer contrato, cuando todo parecía indicar que iba a quedar libre en noviembre, y ahora se encuentra en Orlando haciendo la pretemporada con la primera.

El pibe que hasta hace poco atajaba penales por dinero en Villa Oculta, hoy se ve rodeado de todos los jugadores de primera, y tiene el reconocimiento de todos los hinchas de River por la gran actuación que tuvo en aquel partido. Y no fue fácil ese debut, pero tampoco fue fácil la vida para Leo: "Llegué hasta acá remándola mucho, con un esfuerzo muy grande de mi familia: mi papá y mi mamá laburaban mucho para que yo pudiera tener botines, guantes", contó aunque remarcó: "Al final salió todo como lo soñé y estoy disfrutando mucho".

Además, Díaz detalló como fue la previa al partido ante Boca y cómo lo ayudaron Gallardo, Pinola, Maidana y Enzo Pérez (que después le sacó el puesto ante Independiente Santa Fe): "Marcelo me dijo que estuviera tranquilo, que confiaba en mí y que todo iba a salir bien. También me hablaron Enzo (Pérez), Pinola y Maidana antes de salir para el estadio. Todo eso para mí fue muy importante".

Por último, con un poco de humor, Leo Díaz contó cómo fue que terminó jugando de arquero: "La verdad, era medio mal jugando. Me tiré para el arco y acá estoy".