Los dirigidos por el Muñeco Gallardo aplastaron al Bolso por 6 a 2 y se verán las caras con Palmeiras por un lugar en la final en el Maracaná.

River vapuleó a Nacional en el encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores en Montevideo. El Más Grande venció por 6 a 2 a Nacional, y ya se instaló en las semifinales del torneo más importante del continente.

El partido arrancó con mucha intensidad de ambos bandos hasta que a los 18 minutos de jugeo el arquero del conjunto uruguayo Segio Rochet tumbó a Matías Suárez fuera del área y se ganó la roja directa.

Antes de terminar el primer tiempo, River aprovechó ese hombre de más y marcó dos verdaderos golazos: el primero de Carrascal y el segundo de De La Cruz, ambos asistidos por Matías Suárez. Una desatención antes de la culminación de los primeros cuarenta y cinco minutos hizo que Cougo descontara para Nacional, y los equipos se fueron con River ganando por 2 a 1. Zuculini había sido amonestado a los veintiséis minutos de juego.

Arrancado el complemento, River fue por más y no perdonó: Zuculini, a los 50 minutos, puso el 3 a 1 en una de sus ya clásicas llegadas al área rival. Otra desatención, esta vez desde el saque del medio, y Nacional volvía a descontar. Esta vez Santiago era el que ponía el 3 a 2 transitorio. Así se siente recibir un gol sacando del medio.

A los 59 minutos, Milton Casco entró a la cancha reemplazando a Zuculini, y comenzaba el show de Montiel y Borré: asistencia y gol -respectivamente- por triplicado, a los 67, 73 y 80 minutos para poner el 6 a 2 final en el marcador; entre el segundo y el tercer gol del colombiano, ahora máximo goleador de la era Gallardo, Álvarez reemplazó a Matías Suárez. Vale aclarar que ya le habían anulado un gol a Rafa por posición adelantada.

Terminaba el partido y en los últimos cinco minutos Gallardo refrescaba al equipo: Sosa, Pratto y Rollheiser ingresaron en lugar de Ponzio, Angileri y Carrascal.

Así concluyó el encuentro, con un River totalmente dominante que se dejó llegar por distracciones propias de una serie que siempre estuvo en favor suyo. Ahora será el turno de Palmeiras, que se presenta como el rival más duro que enfrenta River en este 2020. Tranquilos, que hay con qué creer.