El Oso volvió al gol en la victoria ante Rosario Central por la Liga Profesional de fútbol.

Lucas Pratto volvió a jugar después del receso el 22 de septiembre en Lima por Copa Libertadores en la goleada 6 a 0 ante Binacional.  En apenas 17 minutos de haber ingresado al terreno de juego, marcó su primer gol cortando así con la sequía de casi 500 días sin convertir. Luego llegaría el segundo gol personal en el encuentro para reafirmar su postura de goleador ante un modesto equipo peruano.

Lo cierto es que tanto goles convertidos por Copa como la palomita que metió contra Central fueron definiciones sencillas. Sin embargo, debemos destacar que los goles para los delanteros son como encontrar un manantial en una zona desierta. Por eso esperamos, que con el gol convertido el último fin de semana el Oso haya recuperado la motivación, la energía y la confianza.

Para el delantero de 32 años, este cambio puede resulta fundamental, ya que después de mucho tiempo cuenta con la posibilidad de sumar dos partidos consecutivos como titular, ya que el goleador Rafael Santos Borré debe permanecer aislado por haberse contagiado de Covid-19. 

"Pratto volvió a jugar 90 minutos después de mucho tiempo (el 4 de marzo en el 0-3 ante Liga de Quito en Ecuador) y es importante que haya vuelto a jugar 90 minutos", remarcó Marcelo Gallardo tras haberle ganado 2-1 a Central. Hace tiempo que el Oso no tenía la posibildad de ser titular, salvo con equipos "alternativos" que presentó Gallardo, lo que no es un dato menor.

En varias entrevistas, Pratto ha reconocido no ser un goleador nato y los números lo ratifican: con la camiseta de la Banda marcó 1 gol cada 245 minutos, y lleva un total de 6.128 minutos jugados. Su mejor racha fue en la Libertadores 2018, en la que festejó cinco tantos en 1.139 minutos, es decir que marcó un gol cada 227’. Aunque debemos aclarar que los tantos convertidos en el 2-2 en la Bombonera y en el 3-1 en Madrid contra Boca tienen un valor diferente que se excluye a cualquier análisis estadístico.

Podemos decir, que la oportunidad que se le presentó al Oso por la baja del colombiano es lo que venía esperando desde su recuperación por la fisura en el sacro que sufrió después de la final de la Recopa del año pasado. Es muy posible, que todavía el jugador no haya regresado al ciento por ciento y que le falte agilidad, velocidad y algo de precisión, pero lo que tenemos que resaltar del delantero Millonario es que, mantiene su influencia ofensiva con su potencia, que su capacidad para jugar de espaldas al arco es nata y que su presencia en el área y su ambición por el gol están volviendo de a poco. Por eso, el sábado juagará ante Godoy Cruz y tal vez volvamos a ver a Pratto en Modo Oso.