“Sabia que era la última vez en que me iba a vestir de jugador de River, pero no me di mucha manija. Intenté no emocionarme, aunque esto realmente no pude cumplirlo: el aliento de la gente, en todo momento, desde que bajé de la concentración hasta que llegué al banco de suplentes, fue increíble. Se me cayeron las lágrimas…Ahí supe que, en realidad, yo jamás me voy a terminar de ir de River”

Dicen que la lealtad no depende de las circunstancias, ya que es la permanencia de los principios. Hablar de principios en el negocio del fútbol, parece más que una ingenuidad, una utopía... pero hay tipos que a pesar de todas las fascinaciones que ofrece el mundo futbolero, siguen respetando esos principios. Y por eso, son lo que son: leyendas. Y por eso, perduran en el tiempo, en la historia.

Un día como hoy, pero de 1969, en un partido contra Estudiantes de La Plata en el Monumental, Mostaza jugaba el primero de sus partidos. Ángel Labruna, que tenía el don de hacer historia, eligió al '5' que sería su emblema: 16 temporadas, 563 batallas (35 contra boca) y 7 títulos más tarde, podemos afirmar que 'el feo' no se equivocó. El score final fue 1 a 0 a favor de River y, el campeón de ese torneo fue Boca.

Pasaron 6 años, 7 técnicos y ningún titulo. Mostaza perduró. Cuando llegaron los éxitos, Mostaza se mantuvo inamovible. Y así estuvo por 15 años. Y así, como una estatua, va a permanecer en la eternidad del recuerdo. Toda su carrera, desde los 10 hasta los 34 años, defendió nuestros colores.

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles" (Bertolt Brecht).

La lealtad se devuelve: amor eterno entre el jugador y la camiseta.