Echeverri, el deseo de volver a River y un caso extraño

El regreso de Echeverri no depende solo de su voluntad ni de la intención de River. Detrás de la operación aparece una estructura de bonos que complica al Manchester City y convierte cualquier préstamo en un movimiento económicamente desfavorable para los ingleses.

Una venta millonaria que incluía bonos por objetivos

Cuando River acordó la venta de Claudio Echeverri al Manchester City en enero de 2024, el monto total pactado fue de 18.498.000 euros brutos. De ese número, al club de Núñez le quedaron 14.500.000 euros limpios, cifra correspondiente al acuerdo base entre las instituciones. 

Además, se incluyeron bonos por 9 millones de euros, establecidos bajo un sistema muy preciso y atado a la participación del jugador en partidos oficiales. El funcionamiento era sencillo: Cada vez que Echeverri sumara ocho partidos jugando al menos 45 minutos, River cobraba 500.000 euros. Pero, a su vez había otra variante, dos partidos de al menos 30 minutos cada uno equivalían a una “presentación” válida. Estas presentaciones se acumulaban hasta alcanzar los ocho exigidos para liberar cada tramo de 500.000 euros, con un máximo de 9 millones en bonos.

Los jugadores de River que se perfilan para jugar el Mundial

Mientras Echeverri jugó a préstamo en River durante todo 2024, el club consiguió recaudar 2 millones de euros de esos bonos gracias a su participación constante. Por lo tanto, todavía pueden quedar hasta 7 millones pendientes si el jugador cumple las condiciones establecidas.

El problema actual: pocos minutos, cero bonos y un escenario absurdo

En 2025, ya como futbolista del Manchester City, Echeverri participó apenas en tres partidos oficiales: uno por Premier League, uno en el Mundial de Clubes y otro por la FA Cup. De esos tres encuentros, solo en uno llegó a jugar 45 minutos, por lo que no alcanzó ninguna de las condiciones para activar bonos. Le faltaron siete presentaciones más para liberar el siguiente pago.

Luego, con su préstamo al Bayer Leverkusen, la situación no mejoró demasiado. En Alemania suma nueve partidos oficiales, pero apenas 256 minutos en total. De esos nueve encuentros, solo tres cumplieron la exigencia mínima de 45 minutos, insuficiente para generar un nuevo bono. Hasta hoy, entonces, River no cobró ni un solo euro por los bonos correspondientes a su etapa europea.

Y acá aparece lo insólito: Si Manchester City decide ceder a Echeverri nuevamente a River, cada vez que el jugador cumpla los requisitos de minutos, el City tendría que pagarle a River. Es decir, el club inglés cedería a un futbolista y, al mismo tiempo, pagaría dinero por cada bono cumplido mientras esté en el Millonario. Por eso, la situación se vuelve incómoda para el City y absurda desde la lógica contractual.

¿Qué debería pasar para que Echeverri vuelva a River?

Para que el regreso del Diablito sea viable, River tendría que renegociar el préstamo con Manchester City y, probablemente, resignar una parte de los bonos restantes. Si no lo hace, al City no le convendría bajo ningún punto de vista, porque  cada vez que Echeverri juegue, correría el riesgo de pagar entre 500.000 euros y hasta millones si cumple varios tramos.

El deseo del jugador es claro: quiere volver a River. Pero desde el punto de vista económico, la operación solo podrá destrabarse si los clubes logran reformular parte del acuerdo original, especialmente en lo que corresponde a los bonos pendientes.