El análisis del triunfo en el Florencio Sola

River tenía un compromiso difícil visitando a un Banfield que venía de ganar los últimos tres partidos y que en el arranque del torneo le ganó al Millonario por 3 a 1. Marcelo Gallardo puso una formación poco habitual con un cambio de esquema y muchos suplentes pensando en el partido del martes con Paranaense por los octavos de final de la Libertadores.

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El Muñeco sorprendió a todos y apostó por jugar con cinco defensores, se mantuvieron los cuatro de la fecha pasada ante Godoy Cruz y a ellos se les sumó Robert Rojas. El paraguayo actuó como libero, mientras que Sosa y Pinola fueron los stoppers, Casco y Angileri estuvieron en las bandas cumpliendo una función de laterales-volantes. La mitad de la cancha estuvo formada por Ponzio, Ferreira y Nacho Fernández, arriba jugaron Pratto y Álvarez.

En el partido anterior, la defensa de River había padecido a los delanteros del Taladro que constantemente atacaron la espalda de los laterales y desbordaron a los centrales, esta vez, la presencia de cinco defensores anuló el juego ofensivo del local, pero perjudicó la creación de juego.

La mayor dificultad del Millonario en la primera parte fue la falta de juego, el medio campo estuvo partido, a Ponzio se le dificultó la tarea de encargarse solo del medio, no pudo hacerse cargo de la salida del equipo y llegó tarde a marcar en reiteradas veces. Fernández y Ferreira fueron muy imprecisos y les costó la creación de juego, los dos delanteros tampoco entraron en juego. En toda la primera mitad se notó la necesidad de sacar un defensor y sumar un jugador a la mitad de la cancha.

A raíz de la lesión de Mauricio Cuero al término de la primera mitad, el Muñeco prescindió de un defensor y cambió el dibujo táctico para la segunda parte. El que salió fue Pinola y entró Carrascal, que aportó la frescura y atrevimiento que faltaba en ofensiva. Con este cambio, Ponzio pasó a sentirse mucho más cómodo y el equipo se ordenó.

El Millonario creció notablemente en su juego en este segundo tiempo y a los 15' abrió el marcador a través de un corner en el que Rojas le bajó la pelota a Nacho Fernández y el 10 definió.

El gol le dio tranquilidad a River y permitió que maneje el partido a su ritmo, a los 20' entraron Suárez, Borré y Enzo Pérez, que fue vital para el funcionamiento: se encargó de distribuir la pelota y hacer jugar a sus compañeros de mitad de cancha para adelante.

Carrascal y Enzo le cambiaron la cara al equipo, el colombiano ejecutó un magnificó corner que el Sicario Rojas conectó con un cabezazo infernal para poner el segundo tanto del encuentro. Lamentablemente, Carrascal arruinó su buen rendimiento haciéndose echar sobre el final del partido cuando lo agarraron de la camiseta y reaccionó con un golpe.

El Muñeco podrá destacar, además del triunfo, el nivel de Rojas que volvió a jugar después de mucho tiempo, la vuelta de Nacho y Borré, el nivel futbolístico de Carrascal, el gran presente de Sosa y la posibilidad de jugar con cinco abajo que puede ser una opción para los octavos de final.

River quedó primero del grupo junto a Banfield con nueve unidades, el próximo partido será el martes que viene cuando visite a Athletico Paranaense por los octavos de Libertadores.