Francescoli, el ídolo de Zidane

El ícono uruguayo habló en una revista francesa y se refirió a su relación con el hoy director técnico del Real Madrid.

A veces es fácil olvidar o, al menos, dar por sentado lo grande que fue Enzo Francescoli. En la época de ídolos charlatanes, idas y vueltas a China por montañas de dólares y operaciones mediáticas, la imagen de Enzo debería engrandecerse cada vez más y no sucede: se fue campeón, volvió, fue campeón de América, tricampeón y se retiró en River. A eso podríamos sumarle sus tres Copas América, por ejemplo, o sus dos participaciones mundialistas.

Como si fuera poco, es mundialmente reconocido como el ídolo futbolístico de nada más y nada menos Zinedine Zidane, de quien recientemente declaró en la rebata francesa AFP que “El alumno superó al maestro”.

Enzo habló en la entrevista de su llegada al Racing de Paris, recientemente ascendido, y contó que “era un equipo en plena formación. Cuando yo llegué hubo otras incorporaciones, como Rubén Paz, el alemán Pierre Littbarski... El Milan también se había interesado en mí pero Racing hizo la oferta más concreta”. En su primera temporada, el Príncipe fue goleador del equipo, que terminó 13º en la tabla, y fue galardonado como el mejor jugador extranjero de la Liga Francesa.

Enzo también comentó que, afianzándose cada vez más en el equipo parisino, Juventus consultó por él para reemplazar a Platini, pero su presidente no quiso traspasarlo.

En 1989 el Olympique de Marsella se hizo con los servicios del mejor jugador uruguayo de la historia y, en una sola temporada allí, le bastó para grabarse para siempre en la memoria de uno de sus jóvenes jugadores de inferiores llamado Zinedine. “En Marsella nos solíamos quedar los atacantes después del entrenamiento para practicar el control dentro del área para definir más rápido. Zidane dijo después que aprendió a jugar al fútbol mirándonos en esos momentos desde la tribuna”.

El campeón del Mundo con Francia en 1998 tiene tal fanatismo hacia el botija uruguayo que nombró a uno de sus hijos Enzo.

Francescoli fue campeón en su único año en Marsella, recaló en Italia y en 1994 retornó a River. Al principio, la vuelta le costó: goleador y campeón invicto.

Con el tiempo, el equipo se fue consolidando y de la mano de Ramón Díaz en el banco terminó siendo uno de los más gloriosos de la historia del fútbol argentino.

Que no los engañen los medios, ni los hinchas 2.0 de las redes sociales: Enzo Francescoli fue tan grande y tan buen tipo, con tan poco roce mediático y sin meterse en problemas, que a veces puede quedar un poco tapado por otros; siempre fue, es y será de lo mejor que pasó por estas tierras.

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