River campeón: resiliencia, liderazgo y mucho fútbol

Una nueva función del River de Gallardo: se sobrepuso a lesiones y ausencias, pero nada pudo

Editoriales 27/11/2021 Victoria Cicconi

Una nueva función del River de Gallardo: se sobrepuso a lesiones y ausencias, pero nada pudo detenerlo.

River volvió a gritar campeón y demostró por qué sigue siendo el mejor. Son varios los motivos. En esta ocasión volvió a ganarle a todo, no solo porque superó a casi todos los rivales que se cruzó, sino porque se enfrentó a la adversidad a lo largo de todo el año.

Al comienzo sufrió un contagio masivo de Coronavirus, si bien fue por otro torneo, en ese entonces supo cómo batallar: con un equipo de hinchas. Dentro del campo de juego terminaron siendo 11, pero como dice Gallardo: “River es un equipo de trabajo, es un conjunto de jugadores, cuerpo técnico e hinchas que vamos todos para el mismo lado y con el mismo objetivo”.

Finalmente, salió adelante con líderes como Enzo Pérez que sabían que había que poner el pecho como sea. Y aunque estaba claro que la Copa Libertadores era el máximo objetivo, lamentablemente no se pudo: el equipo atravesaba un nuevo proceso de adaptación, nuevos nombres y varias complicaciones en el medio. Con Atlético Mineiro no se dio, pero sin dudas que sirvió para ir por más.

Remarcando otra frase del entrenador: “Se estuvo lejos de tirar la toalla”. Había que rearmarse y tenía con qué. Así mismo, River se enfocó en el torneo local después de muchos años, ese que decían que era una deuda. Ahora quedó demostrada la superioridad del Millonario con el resto de los equipos.

De todas maneras, sería imposible no mencionar que en este semestre también se sufrió de más y suena loco ver hasta dónde se llegó hoy. River sufrió 26 lesiones en total. Fue perdiendo figuras que parecían irreemplazables, como lo son Matias Suárez y Nicolás De La Cruz.

Incluso, también se vio afectado cada vez que se disputaron las Eliminatorias. Por eso, de lo más rescatable de River en este campeonato, es que aparecieron otros nombres que lo hicieron más fuerte y que llegaron en el momento justo. Cómo es el caso de Julian: el goleador y mejor jugador del fútbol argentino. Pero también Agustín Palavecino, Enzo Fernández y Santiago Simón que de a poco se ganaron un lugar en el equipo.

Luego, los resultados se fueron dando. En algunos partidos apareció el equipo que le gusta a los hinchas: el que gana gusta y golea. En otros se sufrió y al final se tuvo un poco de suerte como en el duelo con Sarmiento, donde Enzo Pérez jugando de central terminó dándole la victoria a la Banda.

Se ganó el clásico y se habló mucho de cómo se había dado el partido, pero River podría hasta haberlo goleado. También, se quedó con el duelo que decían que definía el campeonato, donde se demostró cómo se puede triunfar con un futbolista menos.

Se ganaron más que partidos, River se armó, volvió a encontrar el camino con el mismo líder en el banco de suplentes, a ese que volvieron a dar por muerto luego de la última eliminación. Se demostró carácter, unión, personalidad, grandeza y qué por lejos, sigue siendo el más grande.

River da otra vuelta, una más de la mano de Gallardo, el fútbol siempre da revancha.

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