El entrenador de la reserva, Juan José Borrelli, dio detalles de la preparación de las inferiores con el sello Gallardo, la actualidad de Girotti y su amor por los colores.

El flamante entrenador de la reserva de El Más Grande, Juan José Borrelli, dialogó con Como te va y dio detalles sobre cómo prepara las inferiores para rendir al máximo, su opinión sobre los "pibes" que la están rompiendo en el plantel de primera y su amor por el club.

Borrelli, que debutó en la primera de River en el 88' y con tan sólo 17 años, aseguró que su trabajo con la reserva intenta replicar lo que pasa en el plantel de primera y que el DT millonario es clave en la preparación: "Marcelo (Gallardo) no nos exige resultados, sino formas de jugar. Tratamos de inculcar el estilo de él para que se vayan adaptando". Es muy exigente, el chico cuando llega a primera tiene que estar preparado para esas exigencias".

A su vez, afirmó que las inferiores son "competitivas" y que le tiene fe a las joyitas de River como Londoño, Lecanda y Peña Biafore. "Tienen que matarse para que cuando los llame Gallardo estén en el mejor nivel", recomendó.

De una forma similar, hace algunos años supo ver el mismo talento en jugadores como Gonzalo Montiel, Lucas Beltrán y Federico Girotti, a los cuales llenó de elogios y que hoy en día, algunos desde la titularidad y otros desde el banco de suplentes, la rompen cuando les toca estar en la cancha.

"A Gonzalo lo tuve en sexta, es una bestia y adentro de la cancha te ordena todo el equipo", elogió Borrelli al lateral derecho indiscutido del River de Gallardo y de la Selección Argentina, que probablemente emigre pronto al fútbol europeo.

En una anécdota inédita, el entrenador aseguró que Beltrán le "pegó un baile bárbaro" jugando para Instituto de Córdoba y que ese mismo día le dijo al coordinador que había que comprarlo para el millonario. "Es un chico increíble, tiene mucho futuro".

En cuanto Girotti, aseguró que es un "luchador" y que ya no es el 9 de área que dirigió, sino que "le está agregando cosas a su juego, mejoró en su físico y es un jugador más completo".

"La peleó cuando no tuvo que estar, no bajó los brazos, le metió para adelante. Le sirve para agarrar confianza, Es un chico con mucha humildad", agregó.

Por último, el campeón con River de la Supercopa en 1997, reafirmó su pasión por los colores rojo y blanco: "River es mi casa, en cualquier lugar donde trabaje soy feliz. Me tocó estar en diferentes trabajos en el club y para mí es un placer", sentenció.

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