El uruguayo se incorporó a la pretemporada después del covid, pero continúa entrenándose diferenciado a causa de la trombosis venosa.

El final del 2021 no fue el mejor para Nicolás De La Cruz. El 17 de octubre ante San Lorenzo salió por una molestia en su pie izquierdo y el diagnóstico arrojó que padecía una trombosis venosa. Su recuperación tardó mucho más de lo que se pensaba, por la gravedad de la patología, y el uruguayo se perdió el resto del torneo.

Este 2022, tampoco arrancó de la mejor manera. El volante pasó las fiestas en Uruguay donde se contagió coronavirus por lo que no pudo viajar a Argentina y arrancar la pretemporada a la par de sus compañeros. Sin embargo, este viernes se sumó a la concentración en San Martín de Los Andes y ya empezó a entrenarse para volver a ser ese box to box clave en el mediocampo.

Igualmente, que esté con sus compañeros no significa que entrene a la par de ellos. Si bien avanzó muchísimo en su recuperación, se disolvió el coágulo en la vena, aún continúa su puesta a punto y necesitará, al menos, una semana de preparación diferenciada. El cuerpo médico lo irá evaluando y no lo apurarán.

¿Por quién entra De La Cruz cuando se recupere?

Allá por octubre era muy difícil imaginar a un River sin De La Cruz, la función que cumplía en el equipo era vital y a priori iba a ser complicado remplazarlo. Sin embargo, Marcelo Gallardo encontró en Simón-Fernández-Palavecino el equilibrio perfecto para la mitad de la cancha. Encima, ahora se sumaron Tomás Pochettino y Juanfer Quintero como alternativas. ¿Jugará con cinco volantes o cambiará puesto por puesto?

Matías Suárez, otro de los diferenciados

El caso del cordobés es bastante más preocupante que el del uruguayo, por lo menos en tiempos de recuperación. Suárez finalizó el año sin jugar debido a que se sometió a una artroscopia en su rodilla derecha y desde el cuerpo médico calculan estiman que estará entre 30 y 45 días más diferenciado.