La cancha de Riestra, el estadio inédito que visitará River

Entre las particularidades de esta edición de la Copa de la Liga Profesional, para River se presenta una situación inédita e impensada en su historia: el próximo domingo, a partir de las 17:00, por primera vez deberá visitar la cancha de Deportivo Riestra, un club que durante casi toda su vida participó de la última categoría del fútbol argentino y que desde ahí tomó impulso en el lapso de una década para cumplir con el sueño de llegar a Primera División, donde ostenta apenas un punto al cabo de tres fechas en la zona "A".

Como si fuera poco, Riestra, que logró crecer a través del aporte económico y político-deportivo del famoso abogado Víctor Stinfale, podrá actuar como local en su pequeño estadio —así ocurrió ayer, en la caída por 1-0 frente a Barracas Central– llamado Guillermo Laza, inaugurado el 20 de febrero de 1993, cuando se impuso 1-0 sobre Atlas. Cuenta con capacidad para menos de 4.000 espectadores y la singularidad de estar ubicado enfrente de la cancha de San Lorenzo, separados apenas por la avenida Varela, en el barrio porteño de Bajo Flores.

¿Cuándo vuelve a jugar River?

Una platea prolija, dos pequeñas cabeceras y un palco, recientemente construido para albergar a la delegación del equipo rival y los medios de comunicación, componen la cancha de Riestra, cuyos terrenos son conocidos por cientos de hinchas de River que, en muchos casos sin saberlo, estacionaban sus vehículos allí cuando concurrían a la tribuna visitante en la cancha de San Lorenzo. Con prácticamente la misma infraestructura que participaba en la Primera D, quinta divisional del fútbol argentino, cuando llegó Stinfale, el escenario mejoró en materia de vestuarios, pintura, alambrados y, sobre todo, el campo de juego, a la altura de la máxima categoría, más allá de que se hizo viral una imagen del pasto levantado en el arco cercano a la calle Ana María Janer.

Decorado por varios carteles de Speed, la gaseosa energizante que tiene a Stinfale como responsable de su distribución y que hasta plotea los techos de ambos bancos de suplentes, el estadio Guillermo Laza se caracteriza por el sonido de la música electrónica desde hace diez años en los minutos previos a cada partido. Esa situación tomará repercusión mediática el próximo domingo, cuando River visite la cancha a las 17:00, el horario establecido tanto por los requerimientos para el verano, época donde la AFA dispuso que no se juegue durante los momentos de mayor exposición a los rayos del sol. Además, es el único horario posible porque el escenario no cuenta con iluminación artificial, similar a lo que sucede con Barracas Central, cuyo territorio se encuentra en pleno proceso de refacciones y ampliaciones.

Para River la visita a la cancha de Riestra será la tercera a una cancha nacida en la Primera División "D". Los antecedentes tienen como protagonistas a los estadios de Arsenal, reinaugurado en 2004 tras el ascenso a la máxima categoría a mediados de 2002, cuando se derrumbó una tribuna en la final de ida correspondiente al Reducido, y Defensa y Justicia, el club de Florencio Varela que también siempre estuvo en el mismo sitio, aunque con una evolución constante desde su llegada a la elite, en agosto de 2014.

Aunque el estadio de Riestra no cuenta con la capacidad mínima de 15.000 espectadores que exige el reglamento de general de la AFA para las canchas de Primera División, empleado para rechazar el pedido para utilizar excepcionalmente el River Camp en octubre de 2020, la Liga Profesional autorizó su localía, basándose en dos puntos esenciales: el precedente inmediato de Barracas Central, y la ausencia de público visitante, un factor que le permite albergar la máxima categoría sin problemas, amén de que tuvo que realizar refacciones para cumplir con los requisitos en materia organizativa.