Barovero y una revelación: cómo era la interna de River

Marcelo Barovero es uno de los jugadores que conformaron el primer equipo de Marcelo Gallardo en su exitoso ciclo como entrenador de River. Trapito llegó a el Millonario a mitad de 2012 luego de haber pasado por Atlético Rafaela, Huracán y Vélez. Desde entonces, poco a poco se fue convirtiendo en un referente del plantel hasta convertirse en capitán a mediados de 2014 tras la ausencia de Fernando Cavenaghi.

Luego de cuatro años de gran rendimiento, en 2016 decidió marcharse al Necaxa de México para descansar de la exigencia de el Más Grande. Estuvo allí dos temporadas hasta que el Rayados de Monterrey se hizo con sus servicios. Al año siguiente se fue al Burgos de España, para posteriormente jugar en San Luis FC y finalmente retornar al fútbol argentino para desempeñarse en Banfield. Y tras 12 meses compitiendo con el Taladro, a la edad de 40 años decidió retirarse de la actividad profesional.

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Barovero y una revelación: cómo era la interna de River

Barovero, gozando de su retiro, brindó una entrevista a Infobae donde habló sobre su paso por La Banda. Uno de los temas que trató fue cómo se manejaba el grupo internamente desde su llegada y de cara a la prensa: "En su momento no existía, pero luchamos para que se bajara una línea. Nos sirvió que haya venido Ramón Díaz en un proceso difícil y se llevara toda la presión. Ayudó, además, que a ninguno de nosotros nos gustaban las luces ni salir a declarar. Él hizo un buen trabajo. Después, con Marcelo (Gallardo) también había cierto descontrol inicial en el manejo de la prensa. Ahí, entonces, se buscó un perfil en el que nos ayudaron Rodolfo (D’Onofrio) y el entrenador para ordenar todo. Los jóvenes entonces empezaron a ver que no nos gustaba exponernos".

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Seguido a esto, hizo referencia de lo que significa River, cómo se tiene que comportar un futbolista del club y de qué manera lo fueron inculcando: "Se habló muchas veces en las pretemporadas. Es tener una línea de conducta. De respeto, de grandeza, de jugar limpio. Y cuidar la imagen. Representamos a un club gigante como River. Y ahora es más grande aún. Hay que saber que no es sólo dentro de la cancha. Si no, lo que se transmite y el ejemplo que se da. Como no es fácil tener 18 ó 19 años y encontrarse abrumado por muchas situaciones, se los trata de guiar. Nosotros siempre tratamos de enfocarlos en qué los había llevado hasta la Primera. Porque en un rato se te puede ir todo. Por más que alguien se enoje, lo más importante es aprender a decir no".

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Los problemas internos y cómo los resolvía el grupo

Como en casi todos los planteles, surgieron algunos problemas en la convivencia que se resolvieron internamente y Barovero explicó cómo se trataron: "Hubo muchas situaciones, obvio. En todos los clubes las hay. Se hablaba internamente. A veces pasaba que alguna declaración no era la correcta y salía en la tapa. Automáticamente se lo llamaba y se hablaba al frente de los referentes. Se manejaba según la situación, me resulta difícil dar hechos puntuales. Es una idea general en la que hay que ser flexible, tener tacto. A veces iba a charlar el que tenía más afinidad con el involucrado. En cambio, si había que ser un poco más duro, iba el otro, el que estaba más alejado afectivamente por decirlo de alguna manera. O el más grande. Son situaciones que aprendés a llevarlas y la experiencia te da cierta ventaja. Es como cuando te habla tu papá o tu mamá. Y tratábamos que quedara ahí. No condenar a nadie".